Si tienes un amigo o un ser querido con una discapacidad, es probable que te hayas encontrado con algunas personas que no saben cómo hablar con ellos. Tal vez estén demasiado nerviosos para preguntar sobre su condición, o tal vez asuman que es un tema demasiado personal. Pero no hay razón para que se produzcan silencios incómodos y se hieran los sentimientos; si no estás seguro de qué decir o hacer cuando estás con una persona con discapacidad, aquí tienes algunos consejos para que se sientan cómodos en tus conversaciones:
No uses la palabra con «R».
- No utilices la palabra «R».
- Las palabras «retrasado», «minusválido» y «lisiado» se consideran ofensivas para las personas con discapacidad porque se asocian a estereotipos negativos sobre la discapacidad.
- En su lugar, utiliza palabras como «con capacidades diferentes» o «discapacitado».
Evita decir «normal».
Evita decir la palabra «normal».
Utiliza en su lugar la palabra «discapacitado».
No asumas que una persona con discapacidad no puede hacer algo.
Es una buena idea pensar antes de actuar. No des por sentado que una persona con discapacidad no puede hacer algo, o que no querrá hacer algo. No asumas nada sobre su capacidad, habilidad o deseo.
Pregunta si se necesita tu ayuda, en lugar de darlo por hecho.
- Pregunta si tu ayuda es necesaria, en lugar de darla por sentada.
- En lugar de dar por sentado que lo que ofreces es útil, pregunta si hay algo que puedas hacer para ayudar.
- En lugar de dar consejos o críticas no solicitados, ofrécete a escuchar.
No llames la atención sobre su discapacidad mirándola fijamente o señalándola.
- No les mires fijamente (ni les señales con el dedo).
- No utilices los ojos para hacer una pregunta. Por ejemplo, no digas: «¿Qué te ha pasado?» o «¿Cómo te has quedado discapacitado?».
- No les pidas que repitan lo que han dicho. Esto puede ser una experiencia muy dolorosa para las personas discapacitadas porque pueden sentir que su discapacidad es el centro de atención en lugar de la propia persona y esto puede hacerles sentir cohibidos e incómodos. En su lugar, intenta hacer preguntas abiertas que permitan a la otra persona compartir más información sin ponerla en un aprieto si no desea hacerlo.
Habla directamente a la persona, no a su acompañante o cuidador.
- Hable directamente con la persona, no con su acompañante o cuidador.
No dirija preguntas o comentarios directamente a un acompañante o cuidador. Hablar directamente a un padre, a un cónyuge o a un amigo puede causar vergüenza e incomodidad tanto a usted como a la persona con la que se está comunicando. Además, le restará interés a la conversación con él/ella porque estará manteniendo un diálogo interno sobre por qué es necesario que su pareja/cónyuge/amigo hable por él/ella y cómo le hace quedar en comparación con otras personas de su círculo social que no necesitan esa ayuda (si es que esto es un problema).
Al conversar con alguien que utiliza la lengua de signos como forma alternativa de comunicación (ASL), ¿sabías que se considera de mala educación que alguien pregunte al acompañante o cuidador de otra persona qué ha dicho exactamente? Esto nos lleva de nuevo a pensar en lo vergonzoso que puede ser para alguien que su amigo haya traducido todas las frases pero que luego se equivoque en algo.
Si tienes preguntas o dudas, pregunta de forma que la persona discapacitada se sienta cómoda.
- Pregunte qué puede hacer para ayudar.
- Pregunta cómo puedes ayudar.
- Pregunta si hay algo más que puedas hacer por la persona discapacitada y escucha la respuesta.
Es posible que tu amigo o familiar discapacitado necesite ayuda para realizar ciertas tareas, pero no quiere que los demás sepan que tiene dificultades para llevarlas a cabo por sí mismo. Lo mejor es ser abierto y directo al hacer estas preguntas para que la gente no asuma que si necesita ayuda, es de alguna manera menos capaz que otros a su alrededor, o incluso como si estuviera poniendo excusas.
Conclusión
Como puedes ver, hay muchas maneras de decirle a una persona con discapacidad que te has dado cuenta de su discapacidad. Para evitar que se sientan ofendidos o incómodos, es importante que les preguntes de forma que se sientan cómodos.